miércoles, 18 de febrero de 2009

Situación a fines del siglo XIX

A fines del siglo XIX la Física Clásica había alcanzado alturas admirables, su estructura era armoniosa y en cierto sentido y medida completa. La mecánica había llegado a la madurez con Newton y Lagrange la había sistematizado de modo que parecía proporcionar un modelo Universal. Existía la esperanza de que cualquier fenómeno de la naturaleza podía ser encuadrado dentro de la mecánica. Pero esta esperanza se desvaneció cuando el electromagnetismo no podía encajar en la mecánica. En todo caso el edificio del Universo parecía descansar en dos columnas: La Mecánica y el Electromagnetismo.
Sin embargo existían ciertos hechos experimentales que eran inexplicables sobre la base de esta Física; entre ellos podemos citar la radiación del cuerpo negro, el efecto fotoeléctrico y los espectros de emisión atómica.
La explicación de estos fenómenos obligo a la creación de una nueva Física que nació en 1900 cuando el alemán Max Planck propone la cuantización de la energía por un cuerpo negro, de donde se desprende la ecuación:

E = hv

Siendo E la energía, h una constante de proporcionalidad hoy llamada Constante de Planck (h = 6.62e-27 ergíos.seg.) y v es la frecuencia de la luz.
La ecuación de Planck predice o propone a nivel microscópico la cuantización de la energía (solo es posible obtenerla en pequeñas porciones o paquetes), idea revolucionaria dentro de la Física que aún su propio autor dudaba de la misma.
Si bien estas ideas no eran ignoradas por los físicos, si prestaban mayor atención a otros descubrimientos mas espectaculares que se suscitaron en esa época (Los Rayos X, la Radiactividad, los Isótopos).

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